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Hoy en día, hay muchos sistemas industriales de soldadura para colocación de componentes sobre placas de circuito impreso, sin embargo, con un pequeño soldador se pueden realizar una gran cantidad de trabajos, tales como la construcción de circuitos impresos con todos sus componentes y el cableado de equipos muy complejos. El soldador manual es una herramienta sencilla, pero muy útil e importante, cuyo manejo merece la pena conocer y que se utiliza también el campo profesional.


Cuando es necesario sustituir un componente se usa un desoldador. Este modelo de accionamiento manual (conocido con el nombre de 'pera'), bastante común, es un accesorio que se instala sobre el cuerpo de un soldador y dispone de una punta hueca. Al aplicar esta punta sobre el componente a desoldar se funde el estaño, se aprieta la pera de goma y se suelta bruscamente, para que el aire, al penetrar en el interior de la misma, arrastre el estaño de la soldadura, liberando de este modo el componente. 

Las puntas del soldador deben tener un tratamiento anticorrosivo, ya que al adquirir altas temperaturas y estar expuestas al aire tienden a oxidarse e irse deshaciendo. Es aconsejable apagar el soldador si no se va a utilizar por tiempo muy prolongado. El tamaño y forma de la punta dependen del modelo del soldador y de la utilización que se va a hacer de la misma. Existen puntas con formas especiales con el fin de acceder a zonas complicadas, sin embargo los modelos rector normales con punta bastante afilada se utilizan para casi todas las aplicaciones. 

La potencia del soldador depende fundamentalmente de la cantidad de calor que hay que utilizar para realizar la soldadura y esto a su vez depende fundamentalmente del tamaño de la zona a soldar. Por ejemplo para soldar el terminal de un pequeño transistor a una pequeña pista de un circuito impreso se necesita aplicar muy poco calor, en cambio si queremos soldar un cable de 2,5mm a un terminal grande hay que aplicar una gran cantidad de calor para compensar el que disipan el cable y el terminal. 

El soldador debe colocarse sobre un soporte que a parte de sujetarlo tiene entre otras funciones la de evitar accidentes, es decir quemaduras en personas y objetos producidas por la punta caliente. Además evacúa parte del calor de la punta evitando el sobrecalentamiento de ésta. Sirve de soporte para una esponja que se debe mantener siempre húmeda y que se utiliza para limpiar la punta del soldador en caliente. Por otra parte, la punta de los soldadores tiene un tratamiento especial de su superficie y no puede rascarse con objetos metálicos ni lijarse o limarse. 

Existe una gran variedad de soldadores, los más normales se alimentan de la red de 220V, directamente o a través de un transformador. También hay modelos de 12V para ser conectados a la toma de encendedor del automóvil. E incluso hay otros que utilizan gas butano, al igual que cualquier encendedor de cigarillos. Son muy útiles cuando no se dispone de energía eléctrica o no es conveniente o dificultoso acceder a esta.

El soldador  de pistola. La punta se calienta por el efecto de una gran corriente que pasa por ella (el abultado mango lleva dentro un transformador que la produce). Resulta útil para trabajos esporádicos ya que se calienta instantáneamente. No se usa mucho en electrónica porque la punta no suele resultar lo bastante fina y precisa.

Estación de Soldadura que permite regular la temperatura de la punta del soldador. Es muy útil para poder realizar una gran variedad de trabajos sobre los diferentes soportes de Placa. Dada su gran potencia permite trabajar con componentes tanto de gran tamaño como de montaje superficial..