La fundición a presión o inyectada es un proceso donde el metal fundido se introduce a alta presión dentro del molde, facilitando la consecución de geometrías, intricadas. Esta técnica es aplicable desde piezas de pocos gramos hasta piezas de unos 25 Kg. Tradicionalmente no se han fabricado piezas muy voluminosas aunque hay estudios que han demostrado que es posible fabricar productos muy grandes, como puertas de automóviles.Entre las ventajas de este proceso están la alta productividad, buen acabado superficial, exactitud dimensional. Mientras que entre sus desventajas destacan la porosidad intrínseca de las piezas fabricadas por esta técnica, lo que tiene una influencia capital en la resistencia mecánica de estas piezas.
Los metales empleados en la fundición inyectada son aluminio, cobre, cinc, magnesio, etc.
Existen dos técnicas básicas en este tipo de moldeo, la fundición con máquinas de cámara caliente y con máquinas de cámara fría.
Fundición inyectada con máquinas de cámara caliente.
En este proceso todo el dispositivo de inyección esta dentro del sistema de calentamiento constante. Estas máquinas son más rápidas a la hora de fabricar ya que toman metales directamente del depósito que las rodea, permitiendo la obtención de la pieza cada pocos segundos, dependiendo del tamaño de esta.Las máquinas de cámara caliente se emplean para metales como el cinc, el estaño o el plomo, ya que la fabricación de metales con puntos de fusión más altos, significaría un desgaste muy rápido de los materiales de la máquina al estar expuesto a temperaturas muy elevadas durante tiempos prolongados.